El efecto de los ejercicios diarios de respiración y relajación no comenzará a percibirse hasta pasados algunos meses, pero serán necesarios varios años para lograr una fijación consolidada y un dominio de las sensaciones internas; y aún entonces será imprescindible mantener el ritmo de la periodicidad para no perder la consciencia adquirida, y continuar perfeccionando la técnica.
Pero esto no debe desanimarnos. En realidad se trata de una disciplina más; a medida que una serie de hábitos se vayan instalando en nosotros, nuestro cuerpo irá adaptándose docilmente, de forma natural y progresiva, a ese nuevo funcionamento. Simplemente conviene no olvidar que diariamente surgen agentes externos que inciden negativamente en nuestro equilibrio interior, se trata de intentar no bajar la guardia. ©esardelcano
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