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lunes, 5 de septiembre de 2011

La relajación, un momento egoista

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El de la relajación constituye un momento egoista de aislamiento absoluto y autoconservación, al margen de todo lo que esté pasando alrededor de nosotros. Cualquier tipo de consideración intelectual, ideológica, social, política... está completamente fuera de lugar en ese instante.

La búsqueda de la relajación integral ha de basarse esencialmente en criterios físicos. Es el equilibrio de todos y cada uno de los minúsculos elementos corporales que intervienen en la respiración el que nos ha de llevar al sosiego general que necesitan el cuerpo, la mente y el espíritu para posteriormente afrontar de una forma mesurada cualquier posible complejidad de origen externo.

Para combatir una preocupación debemos evitar centrarnos en la preocupación en sí. Toda preocupación genera una tensión fïsica interna en nuestro organismo, es ésta última la que debemos intentar visualizar y relajar. De no hacerlo así, las tensións crecerán exponencialmente fuera de nuestro control, impidiéndonos pensar con objetividad. ©esardelcano



NOTA: Leanse comentarios en la parte inferior. Creo que pueden resultar tan interesantes como el propio artículo. Gracias de antemano a todos los lectores.
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4 comentarios:

Cecinape dijo...

Es la primera vez que lo veo, o lo leo mejor dicho, de esta forma. Creo que tienes razón, hacer como el avestruz te ayudara en esos instantes presentes, pero…si el problema no ha desaparecido, si no lo has afrontado (cogido el toro por los cuernos como se dice vulgarmente) volverá a salir a la superficie en cualquier momento y a lo mejor, con más virulencia.

¿Engancha esto con el comentario sobre “Filosofía popular”? porque si es así, sería otro adepto a negarme a esa cerrazón.

César del Caño dijo...

Estoy hablando de técnica respiratoria como herramienta práctica para lograr una perfecta relajación integral. Lo cual, si se hace bién, nos prepara para afrontar los problemas cotidianos con la objetividad necesaria. 



Si a un problema le añadimos preocupación y emoción, en realidad tenemos, no uno, sino dos problemas. Por eso, si pretendemos actuar de forma equilibrada y controlada, es imprescindible apartar temporalmente las emociones, y ello ha de hacerse de forma metódica. De eso es de lo que estoy hablando, de método. 



Efectivamente me refiero a "coger el toro por los cuernos", pero con posterioridad.

Es ese momento que dedicamos a relajarnos el que debemos preservar y aislar de todo agente externo. En ese momento estamos trabajando, y se trata de un trabajo tan imprescindible para nuestro equilibrio personal que no debemos permitir que nada ni nadie lo interrumpa. Aunque se caiga el cielo, nosotros a lo nuestro. xD

Al fin y al cabo la vida cotidiana, con todas sus complejidades, no deja de ser una batalla para la cual antes hemos de prepararnos.



Pero en realidad es una postura mucho menos egoista de lo que a primera vista pudiera parecer, ya que si no estamos anímicamente bien, nadie a nuestro alrededor lo estará. Nuestra vida es nuestra actitud. Es un feedback permanente. Nuestro entorno únicamente nos devuelve lo que nosotros le enviamos.



La relajación a traves de la técnica de respiración no consiste unicamente en tumbarse durante un rato a echar la siesta, va mucho más allá de todo eso. Se trata de una minuciosa disciplina que ha de trabajarse durante años para poder comprender todo su alcance. 



Y no estoy hablando de esoterismo, brujería, ocurrencias iluminadas... ni cosas raras de esas. Hablo de un conocimiento empírico basado en muchos años de estudio de la respiración y la relajación aplicadas al canto y la dirección coral, los cuales constituyen en definitiva mi trabajo diario, el cual por otra parte, y dicho sea de paso, me da de comer, claro. 



Creo que al final el comentario me ha quedado más largo que el propio artículo; pero no hay mal que por bien no venga: utilizaré algunas de las ideas aquí desarrolladas para redondear aquél.



Gracias por tu opinión, Ceci, para mi es sumamente útil. :)

César del Caño dijo...

Con respecto a lo de la "Filosofía Popular", pues no lo sé si podría aplicársele, jajaja. Me refería en aquel pensamiento...
http://espaciodevoz.blogspot.com/2011/09/credito-la-filosofia-popular.html
...al excesivo caso que se le hace a los refranes, consejos, dichos... heredados durante generaciones, los cuales adquieren categoría de ley por el simple hecho de haberse repetido hasta la saciedad.
Yo por mi parte reclamo el derecho a equivocarme, a experimentar lo ya experimentado, a caminar en el límite del riesgo. Cada persona es un mundo en sí misma. Todos podemos y debemos re-inventar lo cotidiano.

Cecinape dijo...

O.K. perfectamente explicado ;-))